Trekking Familiar en Canseco
Primer Trekking Familiar del curso presente. Nos situamos en el bonito pueblo de Canseco donde nace el Río Torío. Retrocedemos un kilómetro por la carretera, cruzamos un puente y entramos en el valle que conduce hacia el Monte Bodón.

El camino conduce por una pista forestal al lado del regato del monte Bodón. Al principio el terreno está despejado con unas hermosas vistas de la Sierra del Mediodía. Pronto nos adentramos en un bosque húmedo de hayas y robles.

El regato nos acompaña casi todo el camino. Los árboles están llenos de musgo y líquenes. El camino es sencillo, aunque algo pendiente en algunos tramos.

En ocasiones encontramos grandes rocas en medio del bosque llenas de musgo y helechos. Todo parece tener un aire mágico y encantado.

Llegamos al final del bosque. Hacemos una parada para reponer fuerzas y descansar un poco. Encontramos un grupo de montañeros veteranos que nos saludan. Retomamos el camino hacia el collado. El cielo se ha cubierto parcialmente de nubes y pronto escuchamos truenos. En algún momento incluso caen unas gotas. Decididamente no es el mejor día para subir a la sierra.

Ya en lo alto del collado decidimos que, aunque algo temprano, es el momento de parar a comer. Buscamos unas rocas y una pradera adecuada y damos cuenta de lo que llevamos en la mochila. La lluvia nos respeta, pero sigue amenazando. Al terminar, decidimos que es mejor regresar, por si acaso...

El descenso siempre es más rápido y sencillo. Aunque también hay rezagados. Volvemos a contemplar el bosque mágico.

Curiosamente ahora el cielo se va despejando. De nuevo sale el sol. La amenaza de lluvia y tormenta desparece. El bosque sigue imperturbable.

De regreso hacia Canseco algunos paran a recoger avellanas, todavía no están en su punto. Paramos también a contemplar los pequeños puentes de origen romano que cruzan las primeras aguas del Torío.

Como es pronto, en Canseco tomamos el camino que remonta el curso del río para buscar la famosa cascada y su poza. Recorremos un buen tramo, pero no la encontramos. Ya en casa descubrimos que nos habíamos quedado a trecientos metros de la cascada. Mañana es el primer día de clase para varios chicos y hay mucho que preparar. Definitivamente no fue el mejor día para una excursión, pero el lugar merecía la pena.
En el camino de regreso, a la altura de Vegacervera nos cae un buen chaparrón. Nunca se sabe....
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