Trekking Familiar

Esta vez hemos hecho algo distinto de lo habitual en el Trekking Familiar de octubre. Primero quedamos para comer una paella en las Casas de la Montaña Alto Curueño. Después nos hemos ido hasta Villaverde de la Cuerna para ver la berrea.


Quedamos en las Casas de la Montaña a las dos y media de la tarde. Cuando ya estábamos todos, algo más de 20 personas, nos sentamos para tomarnos la estupenda paella que nos preparó Eusebio.


Pudimos repetir varias veces. Eusebio y Nazario nos atendieron de maravilla.


La tarde estaba desapacible, con ligera lluvia en algunos momentos. La sobremesa fue larga, para hacer tiempo hasta la hora del crepúsculo, momento oportuno para la berrea.


Sobre las seis de la tarde emprendimos la marcha. Caminando por una senda al pie del bosque bajo el pico Mullerinas nos dirigimos hacia Villaverde de la Cuerna.


Por este camino se suele hacer la ruta de Mordor del campamento de Valdelugueros.


Al fondo tenemos la cumbre del Bodón entre nubes.


El tramo final del bosque asciende por un camino más estrecho.


Finalmente salimos a la carretera. Ahora debemos seguir carretera arriba hasta Villaverde de la Cuerna. Al poco comienza a llover ligeramente.


En algunos momentos la lluvia viene con rachas de vientos molestas. En otros momentos para de llover. En ocasiones se ve el sol hacia el sur.


la observación

Por fin llegamos a Villaverde. Pasamos el pueblo y seguimos por un camino forestal hacia el norte. A unos 400 metros del pueblo ya están apostados los primeros que llegaron. Hacia el sur, entre el monte, hay una buena pradera. Frente a nosotros la ladera de la Sierra de Caballo. Los primeros afirman que vieron un par de ciervos berreando que huyeron al verlos.


De cuando en cuando escuchamos un berrido. Pero no vemos nada más que vacas y caballos, animales muy conocidos. En silencio y con paciencia esperamos acontecimientos.


Vamos bien equipados para la observación.

Los veterano nos cuentan que allí mismo, un año atrás, observaron ciervos muy cerca. Va pasando el tiempo. Con prismáticos y telescopios recorremos las laderas. De vez en cuando un berrido...


El tiempo pasa, va oscureciendo. Vuelve a llover. Hace frío. Algunos deciden regresar. Cuando emprendemos el descenso ya es casi de noche. Algunos subieron en coche y bajan a los que más prisa tienen. Otros bajamos por la carretera. Cuando llegamos a las Casas de la Montaña ya ha oscurecido.


La experiencia ha sido muy interesante. Buena comida, camaradería, una buena caminata por un paisaje muy bonito hasta Villaverde y una espera expectante. Posteriormente nos comentan que en caso tiempo revuelto, lluvia y viento, no suele haber berrea. Quizá el próximo año tengamos más suerte.